jueves, 26 de septiembre de 2013

Jacques Tardi: el horror de las trincheras de 1914, sin adornos.


En "La Guerra de las Trincheras" y "¡Puta guerra! 1914-1919",  publicadas por Norma Editorial, Jacques Tardi (la segunda, junto con Jean-Pierre Verney)  nos presenta, con un lenguaje realista, descarnado y crítico que no desmerece sin duda  al empleado por un poilu ["peludo"= soldado francés], el día a día de un soldado de infantería francés que asiste con impotencia, descreimiento y apatía a los sucesivos combates corales de miles de hombres, y también a los individuales.

Es el discurrir del pensamiento de un trabajador de barrio, un hombre joven que contempla con estupor el resultado de los adoctrinamientos de la propagada y de los discursos, el lenguaje inapelable de las armas; la sencilla destrucción de la anatomía humana y de la gloria.

Su vocabulario se afila progresivamente, en la inmediatez y cotidianeidad de la trinchera.
Así progresa -o no- la Europa del siglo XX... La Primera Guerra Mundial aún no ha terminado, nuestro soldado no disputará la segunda parte, iniciada en 1939: sencillamente, su historia gráfica concluye para él sin la mano derecha.
Jacques Tardi (fuente imagen: elpais.com (Massimiliano Minocri)

Buscando imágenes apropiadas para ilustrar esta entrada, leí la noticia de que, a comienzos de este año, Jacques Tardi había rechazado la Legión de Honor:
http://www.publico.es/culturas/448278/el-dibujante-de-comics-frances-jacques-tardi-rechaza-la-legion-de-honor
No os perdáis ninguna de estas dos obras sobre la Gran Guerra, que son las que yo conozco. 
En Madrid, se encuentran con bastante facilidad en las bibliotecas públicas del Ayuntamiento y de la Comunidad.

sábado, 21 de septiembre de 2013

Edith Sitwell (2). Detrás de la poesía.

"I am not eccentric. It's just that I'm more alive than most people."
 “No soy extravagante. Es sólo que estoy más viva que la mayoría de la gente.” [traducción propia]
Fuente fotografía: http://ciudadmujereslondres.blogspot.com.es

Porque Edith, desde niña, "fue consciente de la excepcionalidad de su condición intelectual", destaca en su notable trabajo "La traducción de "Taken Care Of". Una propuesta editorial", María Riera Velasco.
Y prosigue: "En cuanto a su aspecto físico, Edith no heredó la belleza de su madre, algo que terminó de disgustar al ya contrariado Sir George [su padre]."

Ya en su madurez, "la apariencia de Edith Sitwell, una mujer alta e imponente, ataviada con largas túnicas isabelinas y turbantes turcos (...) resultaba francamente chocante." En sus propias palabras, recogidas por Elizabeth Salter, escritora australiana de novelas policiacas y su secretaria desde 1957, con cuya ayuda redactó sus memorias ("Taken Care Of"):
"Una nunca debe tratar de suavizar sus peores rasgos. Soy alta, y tengo un perfil agrio. Así que resalto tanto mi estatura como mi perfil, y lo hago de tal modo que parece que estuviese contenta con ellos." [traducción propia].
Es su momento más prolífico en cuanto a obra publicada, espectáculos y recitales, entremezclándose  la crítica literaria y social, la biografia, y la novela; sin olvidar, naturalmente, la publicación de los números sucesivos de Wheels.


Pero no es posible llegar hasta aquí sin hablar del apoyo incuestionable de Helen Rootham, a falta del de sus primogenitores, desde que fuese su institutriz cuando contaba 16 años hasta 1938, año en que fallece como consecuencia de un cáncer. Traductora de Rimbaud, mujer culta y educada, la introduciría en la poesía simbolista y el arte moderno.


La influencia es clara. En "Wheels: An Introduction", Michael Cotsell ("Modernist Journals Project", Brown University) transcribe las impresiones de su hermano Osbert: "In six months, I found my sister a changed person... I noticed an alteration in her way of looking at things, for her absence from home -and as a result, the discontinuance of the perpetual nagging to which for years she had been obliged to submit- had lifted the whole range of her spirits... In the peace she now obtained for the first time, no longer fearing every moment she woul be found fault sith, able to attend concerts and go to galleries with her governess, and come back home without having to face scenes (...)"
[En seis meses, mi hermana parecía otra persona... Noté un cambio en su modo de observar las cosas, por su ausencia de casa -y como consecuencia del cese del perpetuo agobio al que durante años se había visto obligada a someterse (...)] (traducción propia)


La traducción de Helen Rootham "Prose Poems" de "Les Illuminations", de Arthur Rimbaud, aparecería en 1932 con introducción de la propia Edith. Poseriormente, serían musicalizados por Benjamin Britten.

Pocos años antes de morir en 1964, Edith le confiaría a Elizabeth Salter que nunca había mantenido una relación física con nadie, "a pesar de que sentía que su cuerpo había sido concebido para ello."

martes, 17 de septiembre de 2013

Los poemas de Craiglockhart:"Anthem for Doomed Youth".

ANTHEM FOR DOOMED YOUTH

What passing bells for these who die as cattle?
-Only the monstrous anger of the guns.
Only the stuttering rifles’ rapid rattle
Can patter our their hasty orisons.
No mockeries now for them; no prayers nor bells,
Nor any voice of mourning save the choirs,-
The shrill, demented choirs of wailing shells;
And bugles calling for them from sad shires.

What candles may be held to speed them all?
Not in the hands of boys but in their eyes
Shall shine the holy glimmers of goodbyes.
The pallor of girls’ brows hall be their pall;
Their flowers the tenderness of patient minds,
And each slow dusk a drawing-down of linds.

Primer borrador del "Anthem for (...) " con correcciones de Siegfried Sassoon. Solía hacerlas a lápiz. Es conocido que fue Siegfried quien sugirió a Owen “Doomed Youth” para el título del poema en lugar de “Dead Youth”, como aparece aún aquí:
http://pressandpolicy.bl.uk/imagelibrary/detail.aspx?MediaDetailsID=1907

También cabe resaltar “who die so fast” en lugar del definitivo y demoledor “who die as cattle” (cattle=ganado).
O en la segunda estrofa, en lugar de “to speed them all?” –fonéticamente más suave y prolongado-, en esta primera escritura leemos “for these lost?” y, al lado, tachado: “souls?”
Independientemente de las enmiendas de Sassoon, Wilfred Owen trabajó bastante el poema hasta llegar a su forma final: 
Fuente imagen: Universidad de Oxford. The First World War Poetry Digital Archive.En la esquina inferior izquierda está anotado que las correcciones a lápiz corresponden a Sassoon (Septiembre 1917).
Dominic Hibberd, en su biografía de Owen, constata que el poeta trabajó en el poema durante ese mes, redactando por lo menos siete borradores y  requiriendo el asesoramiento de Sassoon.  Y, conociendo los antecedentes de Wilfred, primero en Dunsden como ayudante del vicario, y posteriormente en Burdeos, como profesor y tutor de inglés, señala que: “The bells echo those of All Souls’ Night in Bordeaux, and the “mockeries” of religious ritual recall Wilfred’s responses to the double funeral at Dunsden and to that other funeral in Bordeaux, when he had been impressed by the candles and solemn music.”
Cuando Wilfred comienza a planear su primer poemario, redacta el Prefacio que finalmente aparecerá en la primera edición de sus obras en 1920, preparada por Edith Sitwell y Siegfried Sassoon. En él escribe:
"Este libro no trata de héroes. La poesía inglesa aún no está preparada para hablar de ellos.
Tampoco trata de hazañas, territorios ni nada que tenga que ver con la gloria, el honor, el poder, la majestad, el dominio o la fuerza, sino con la guerra.
Sobre todo, lo que no me interesa es la poesía.
Mi tema es la guerra y la pena de la guerra.
La poesía está en la pena.
Pero estas elegías de ninguna manera pueden ser un consuelo para la presente generación. Tal vez lo sean para la siguiente. Todo lo que un poeta puede hacer hoy es alertarles. Por eso los verdaderos poetas deben decir la verdad.”

Merecen destacarse esas últimas palabras en negrita.


lunes, 16 de septiembre de 2013

Poeta de guardia II: Francisca García Algarra




Si yo fuese el minuto que equilibra la hora,
la frente de un pájaro, la razón que sumerge un sueño.
Arrastraría, lo sé, mi corazón por la arena,
aunque no pueda perdonarte, pues el perdón
es un pecho sin aire que consume el silencio.

Pero si fuese el fondo turbado de un anillo,
la pregunta última
o, sin saber, la letal inocencia de un pez.
Si mi sangre brillara igual que el fósforo.
Y mi cuerpo pensara sin estar yo. Si yo no estuviera.
Una sonrisa. Una estrella de mar. Una ballesta.
Dónde clavarías la voz que ya no dice tu nombre.




© Francisca García Algarra
“Bahía de un cuerpo”  Éride, 2004
Cubierta: Silvia Gil

jueves, 12 de septiembre de 2013

En recuerdo de Dominic Hibberd



El 12 de agosto de 2012, hace poco más de un año, fallecía Dominic Hibberd,  magnífico biógrafo de Wilfred Owen, a los 70 años.
Desafortunadamente, una confusión en la lectura de las fechas me hace escribir con retraso este pequeño homenaje, a su memoria y a su trabajo, en el primer aniversario de su muerte.

Su indudable autoridad en la vida y poesía de nuestro poeta culminó con la publicación, en 2002, de “Wilfred Owen: A New Biography”, cimentada en casi treinta años de investigación y lograda aproximación al poeta.
Cuarto editor de los poemas de Owen (1973), Dominic Hibberd contó con la cooperación de la familia de Wilfred Owen, incluidos los valiosos testimonios de su primo y amigo, Leslie Gunston, y su sobrino Peter Owen.


miércoles, 11 de septiembre de 2013

Edith Sitwell, editora de Wilfred Owen

Sólo cinco poemas fueron publicados en vida de Wilfren Owen.
“Song of Songs” y “The Next War” vieron la luz en “Hydra”, la revista de Craighlockhart.

“Miners”, “Futility” y “Hospital Barge” fueron leídos por primera vez por el gran público el 15 de junio de 1918 (según anota cuidadosamente Dominic Hibberd) en “The Nation”, un “prestigioso semanario de la época de tirada nacional (…) Los siguientes poemas de Owen aparecieron a los pocos meses de su muerte en el número de Wheels de 1919"[Berta Cano Echevarría].

Podéis ver en este enlace la portada para el nº 4 de Wheels (volúmen de 1919), dedicado a Wilfred Owen, diseñada por William Roberts:
http://www.users.waitrose.com/~wrs/wheelscover.html

"Wheels había empezado a publicarse tres años atrás (…) Los poemas que recogían Edith y Osbert Sitwell  (…) tenían un tono oscuro y macabro que reflejaba la actitud pesimista de la nueva generación”. Así nos lo describe la profesora Berta Cano Echevarría en su espléndida obra “En los límites del modernismo: La poesía de guerra de Wilfred Owen” (Universidad de Valladolid, 2002).
Diseño cubierta: Miguel Angel de la Iglesia y Jesús Vicente

Poems by Wilfred Owen fue publicado por Chatto & Windus en 1920.


Edith Sitwell y Siegfried Sassoon editaron conjuntamente este volumen de veintitrés poemas. Fue la primera edición de sus obras: al fin, el momento que  Wilfred esperó con todas sus fuerzas desde que, siendo muy joven, supo que quería ser poeta, y que no pudo disfrutar.
Aunque sólo figura el nombre de Sassoon, Berta Cano apunta que “se sabe que la mayor parte de trabajo editorial lo realizó Edith Sitwell”.
¿Y quién es Edith Sitwell?

Hablar de Edith Sitwell es casi hablar de “The Sitwell”, pues formaba un buen equipo con sus dos hermanos, Osbert y Sacheverell. Los tres fueron figuras literarias de prestigio que conocieron personalmente a Wilfred Owen.
Retrato de Edith Sitwell pintado por Roger Fry (1915)

Hablamos de la niña que creció como pudo en la familia aristocrática en la que nació, que transcribía poemas sin parar a unas libretas o los leía en voz alta a su hermano de nueve o diez años.
De la joven que comparte un modestísimo apartamento en Bayswater a partir de 1914 con su institutriz, una mujer con formación y aptitudes muy por encima de ese puesto y figura clave para nuestra editora y poeta, y para dejar atrás una atribulada infancia y primera juventud, siempre en segundo plano y a mucha distancia de sus padres por ser sus hermanos varones los favoritos.
Será en ese apartamento donde se hable de la guerra, de una nueva poesía; la visitarán Virginia Woolf, y Huxley, Forster, y Robert Graves y Sassoon; los tres hermanos Sitwell se fundirán en el proyecto de Wheels.

Considerada por Yeats o T.S. Eliot como "una de las figuras más influyentes del modernismo anglosajón", no recuperada hasta finales de los años ochenta y principios de los noventa, también merece ser recordada por su obra poética.

A ella dedicaremos una de las próximas entradas de este blog.

Y, ya sabéis: escribid hermosos versos, aunque no sea con palabras.

Buenas noches.


jueves, 5 de septiembre de 2013

Poeta de guardia I: Seamus Heaney

De su obra “Norte” (1975)
1ª edición española: 1992, Ediciones Hiperión.
Prólogo, traducción y notas: Margarita Ardanaz


SUEÑOS DE HUESO   (fragmento)

                        IV

Volved, pasados,
filología y kennings,
reentrad en la memoria
donde el tuétano del hueso

es un nido de amor
en la hierba.
Sostengo la cabeza de mi dama
como un cristal

y me osifico
al mirarla: soy los cantos rodados
sobre sus escarpas,
una tiza gigante

esculpida en sus laderas.
Pronto mis manos, en la hundida
fosa de su espina
se mueven hacia las oquedades.

                         V

Y terminamos
acunándonos
entre los labios
de un terraplén.
Fuente: bbc.co.uk
Con una réplica del casco de Sutton Hoo, en la apertura de la exposición de 2002. Sutton Hoo está situado en Suffolk, este de Inglaterra. En 1939 se encontraron los restos de un barco funerario del siglo VII, convirtiéndose en un descubrimiento arqueológico esencial para la documentación de este periodo.


“Ser irlandés y del Ulster condiciona, sin duda, la carrera de cualquier artista. Estar orgulloso de una de las tradiciones literarias más antiguas y fructíferas del mundo indoeuropeo (…)

Norte es el emblema, resumido en una única e inequívoca palabra, de, al menos, tres aspectos fundamentales en la historia de la Gran Bretaña: El Norte siempre indomable, bravío, industrial y obrero donde se han asentado tanto el radicalismo religioso como los movimientos sindicalistas y laboristas; el Norte danés de las Islas Británicas influido por la cultura de los pueblos germánico-nórdicos, y colonizado por los implacables guerreros vikingos; y el Norte, es decir, el Ulster, de una Irlanda dividida contra la voluntad y el corazón de muchos.

(…), destacan en este libro los textos inspirados en hallazgos arquológicos, en especial de personas momificadas en las turbas de los pantanos, en los que el poeta actualiza el pasado y enlaza los siglos y su discurrir con su propia vida (…)”

Margarita Ardanaz (del Prólogo citado)


martes, 3 de septiembre de 2013

"Dulce et decorum est" (2). Experimentar.

Otra forma de aproximarse a este poema es gráficamente, a través del comic:
Fuente:
http://www.classicalcomics.com/education/FreeDownloads/DulceEtDecorumEst.pdf
Jason Cobley (adaptación), John Blake (linework), Michael Reid (color) y Greg Powell (escritura)

Los versos del poema se van desparramando por las viñetas dibujadas casi exclusivamente en tonos oscuros y pardos, en trazos que se van volviendo página a página más sueltos y fantasmagóricos. Pero primero los ojos han contemplado, a través de los "panes" de la máscara, las consecuencias del gas, sin paliativos, impotentes, con la respiración tan entrecortada como la del hombre que se asfixia delante de ellos.
En este caso, el narrador o el testigo puede asistir a la conmemoración de los fallecidos, recuerda las palabras de Horacio y su amarga realidad; la "vieja mentira" que Wilfred Owen se encarga de rasgar en su poema, sencillamente describiendo un ataque con gas.

"Sturmtruppe geht unter Gas vor" ('Tropas de asalto avanzando bajo un ataque de gas"). 1924, Otto Dix. Fue soldado en el Frente Oriental y en el Occidental. Fuente:  www.ottodix.org



Acompaño hoy los versos de Wilfred Owen con los de un estimado y joven poeta, José María Nievas, de su poemario “Castillo de sueños” (no relacionado con la Gran Guerra):

Y perder la cabeza aullando en las heridas
como flores que abrazan los últimos placeres.
Caducar, perecer arrastrando los ojos
por el barro de los días.
Y sentir la marea de cañones que destroza
la cadencia de las horas.


Escribid un poema, un único verso, para otr@s o para vosotr@s mism@s, aunque sea sin palabras. Saludos cordiales.